¿Conocen nuestros hijos sus emociones? ¿Saben reconocerlas? ¿Son capaces de gestionarlas? ¿Entienden cuánto le afectan a su vida ?
Esto es algo que tenemos que enseñar a los niños como cualquier otra asignatura del colegio. Las emociones pueden parecer negativas y positivas, aunque, en realidad, no hay emociones negativas. Las emociones nos ayudan a saber lo que siente nuestro cuerpo y a comunicarnos con los demás, preparan nuestro cuerpo para una respuesta, aprendiendo a reconocer los sentimientos de las otras personas, nos ayudarán a establecer vínculos sanos y duraderos.
Explicar a los niños las emociones es fundamental para que aprendan luego a gestionarlas, sin exagerarlas ni esconderlas. Tenemos que empezar por las básicas, ya que son más fáciles de comprender para ellos:
- La ira, nos aparece cuando no logramos lo que queremos o algo nos disgusta mucho. El problema de no aprender a controlarla puede dar problemas serios de conducta.
- El miedo, aparece ante el peligro o la amenaza, ya sean reales o imaginarios, un poco siempre es bueno, pero mucho puede provocar bloqueos.
- El asco, es el desagrado ante algo o alguien.
- La tristeza, aparece ante el dolor o la perdida de alguien o algo.
- La alegría, es la sensación de bienestar en situaciones agradables.
Al enseñar emociones también enseñamos valores, como la solidaridad, la tolerancia, la honestidad, la justicia, el respeto… Todos estos le guiarán al niño en su comportamiento y le ayudarán a diferenciar lo que es correcto y lo que no.
La inteligencia emocional nos permite educar la capacidad social y emocional de las personas, nos da habilidades para expresar y controlar los sentimientos de manera adecuada.
En la torre rosa trabajamos todo esto por medio de juegos, representaciones, tarjetas, música…siempre adaptándonos a las necesidades de cada niño. A partir de los 4 años y sin límite de edad. La mayor parte de las conductas se aprende, sobre todo de las personas que rodean al niño, y, por ello, los adultos deben enseñarlo y practicarlo también con ellos
Beneficios de una buena gestión emocional:
- Aprenden a autorregularse y a expresar sus emociones.
- Genera alta autoestima.
- Ayuda a controlar el estrés.
- Ayuda a mantener la calma.
- Ayuda en la toma de decisiones.
- Ayuda a desarrollar una actitud positiva.
- Facilita el acercamiento de otras personas.
- Aumenta el nivel de tolerancia.
- Mejora la empatía.
- Facilita el aprendizaje.